La Terminal (The Terminal en su título original) es
una película estadounidense de 2004, escrita por Sacha Gervasi y Jeff Nathanson
en base a la historia de Andrew Niccol, y dirigida por Steven Spielberg. Entre
el elenco de actores que conforman la película, podemos encontrar rostros tan
conocidos como Tom Hanks, Catherine Zeta-Jones, Stanley Tucci, Chi Mcbride,
Digo Luna, Eddie Jones, Barry Shabaka Henley, Zoe Saldana y Kumar Pallana.
El
protagonista de la película, Victor Navorsky, ciudadano de Krakozhia (país
ficticio basado en la antigua República soviética), termina exiliado en la
terminal internacional del aeropuerto JFK de Nueva York. El país de origen de
Victor sufre un golpe de estado, por lo que su pasaporte pasa a estar
automáticamente anulado y el protagonista no puede salir de la terminal. Sin
pasaporte no se le permite pisar suelo americano legalmente ni tampoco
embarcarse en un avión rumbo a su tierra. Durante su estancia en la terminal de
varios meses, Victor encuentra la forma de alimentarse, crea su propio espacio
donde pasar las noches, e incluso hasta llega a obtener un puesto de trabajo
dentro de la propia terminal. Dado el tiempo que pasa allí, Victor termina
haciendo un buen grupo de amigos formado por trabajadores del aeropuerto. Y no
solo eso, sino que también se enamora de una de las azafatas a la que ve
siempre que está de paso por la terminal.
La
película está inspirada en un caso real. Se trata del caso de Mehran Karimi
Nasseri, un exiliado iraní que desde 1988, permaneció durante dieciocho años en
la terminal internacional del aeropuerto Charles De Gaulle en París. Existe
otra comedia En tránsito (Tombés du ciel en su título original) de
1993, protagonizada por Jean Rochefort, que también está basada en la
experiencia de este refugiado.
Con
el fin de conocer cómo se vive en un aeropuerto, el director, Steven Spielberg,
y los productores de la película, Walter F. Parkes y Laurie McDonald, junto con
el actor Stanley Tucci, decidieron vivir la misma experiencia en Aeropuerto
Internacional de Los Ángeles.
Hay
que destacar que la dirección artística está especialmente cuidada en esta
película. Eso se debe a la intención de recrear la terminal neoyorquina de la
forma más realista posible.
Para hacer más verídico el
decorado, se mostraron los calendarios auténticos del vuelo de la terminal en
los tableros de información y los monitores en los que debía aparecer.
Tenían hasta cuatro
ascensores operativos, hecho inusual porque hasta el momento rara vez se habían
construido ascensores de forma específica para el decorado de una película.
A parte de todo eso, con el
fin de imitar el efecto de la luz del sol al entrar por las ventanas, se colocó
una hilera de luces de cien vatios a lo largo del techo que constituía el
decorado. Estas estaban orientadas hacia arriba para que los rayos rebotasen
sobre el tejido del techo. Con esta difusión de luz, simularon la luz solar.
La Terminal, ganó en 2005 el premio de Diseño de
Producción por la Guild Award y el también
el BMI Film Music Award ese mismo
año.