lunes, 4 de noviembre de 2019

“El viaje del héroe”.


     Herencia de los antiguos griegos, los grandes creadores de la narrativa, contamos con el conocido como Viaje del héroe. El Viaje del héroe, supone el esqueleto o el alma de las historias. Para muchos, es la fórmula mágica para la realización de un infalible guión cinematográfico.


     A través de este post explicare cómo se compone esta estructura narrativa perfecta, aplicada habitualmente al mundo del cine.
    Como toda historia, el esquema básico del Viaje del Héroe previo a los puntos a seguir, se compone por un planteamiento, un nudo y finalmente su desenlace. Mediante el planteamiento se presenta el mundo ordinario que compone la vida del protagonista o protagonistas. A partir de ahí, dicho personaje se encuentra con la rotura de la cotidianidad y la conocida como llamada a la aventura. En el nudo, el protagonista (o protagonistas) se enfrenta a su obstáculo principal, abandonando así su zona de confort y encontrándose por el camino tanto a amigos como a enemigos que intentan ayudarle o perjudicarle en su empresa. Finalmente, el desenlace supone el retorno del personaje (o personajes) principal, al punto de partida. Todo vuelve aparentemente a la normalidad haya o no cumplido con su cometido. Pero ya nada es igual, porque el protagonista ha evolucionado, las experiencias vividas han dejado huella en él.

   A continuación, procedemos a conocer los doce puntos que componen el viaje del héroe en base a la estructura básica de planteamiento, nudo y desenlace:


1ª fase: “El mundo ordinario”. En esta primera fase, se presenta al protagonista y a su entorno, conocemos cómo es él y cómo es su día a día. De esta forma el espectador sabe quién es y todo lo que está a punto de dejar atrás en la siguiente fase.
2ª fase: “La llamada a la aventura”. Normalmente entre los 10 ó 15 minutos de la película, es cuando suele producirse esta segunda fase. Se trata del suceso que rompe con la cotidianidad del personaje planteándole un problema. A partir de aquí, el personaje principal ya nunca volverá a ser el mismo.
3ª fase: “El rechazo a la llamada”. Una vez el protagonista ha recibido el estímulo que le cambiará la vida, este se niega a aceptarlo, teme salir de su zona de confort, por lo que prefiere no enfrentarse a él y quedarse en el punto en el que se encontraba. El protagonista rechaza la llamada a la aventura, porque tiene miedo a la rotura del equilibrio de su vida.
4ª fase: “El encuentro con el mentor o maestro”. En esta fase, el protagonista conoce a alguien o se relaciona con alguien que le anima a aceptar “la llamada”. Puede darle consejos, herramientas y claves para llevar a cabo su misión enfrentándose a aquello que le preocupa o le asusta. Es en este punto cuando el personaje principal está dispuesto a cruzar la frontera entre lo ordinario y lo extraordinario.
5ª fase: “El cruce del primer umbral”. En este punto, el protagonista se enfrenta al primero de los problemas que le plantea el mundo extraordinario o desconocido. A partir de aquí ya no hay vuelta atrás, el protagonista ha entrado en el juego, y seguirá jugando hasta superar todos los obstáculos.
6ª fase: “Pruebas, aliados y enemigos”. El protagonista se enfrenta a los consiguientes problemas u obstáculos. Podrá hacerlo con la ayuda de sus amigos, enfrentándose en todo momento a sus enemigos.
7ª fase: “Acercamiento”. Los obstáculos que supera el protagonista, los supere o no, lo están preparando para el reto final, el más complicado y duro de todos. En esta fase, el protagonista aprende de sí mismo y de los demás gracias a las experiencias vividas. Todo esto será clave para el momento del final decisivo.
8ª fase: “La gran prueba o la prueba suprema”. Éste es conocido como el punto clímax de la historia. El protagonista se enfrenta al mayor de todos los retos. Utiliza todos los recursos aprendidos y experiencias vividas para jugárselo todo. En cierto modo, es como si estuviese cruzando nuevamente el umbral enfrentándose a lo que le provoca inseguridad y desconocimiento.
9ª fase: “Recompensa”. En este punto, el protagonista es recompensado independientemente de que haya superado o no la prueba final. La recompensa puede tratarse tanto de algo material como inmaterial. La mayoría de las veces encontraremos esta fase reflejada a través de los amigos que adquiere el personaje principal tras la aventura.
10ª fase: “El camino de vuelta”. Tras superar o no la gran prueba y obtener su recompensa, el protagonista, o mejor dicho llegados a este punto, el héroe, inicia su camino de vuelta a casa. Pero no todo está ganado, porque en este punto el protagonista todavía tiene que enfrentarse a un último problema para no perder aquello que ha ganado.
11ª fase: “La resurrección del héroe”. De nuevo el protagonista se enfrenta a una lucha a vida o muerte (no importa si es de forma literal o figurada), para no perder lo que ha adquirido. El héroe cambia para siempre, renace, se enfrenta de nuevo a una complicada prueba. Cuando consigue o no superarla, se dispone, una vez más, y en esta ocasión de forma definitiva, a volver a casa.
12ª fase: “El regreso o la vuelta a casa”. Al fin nuestro héroe vuelve a cruzar la línea entre lo ordinario y lo extraordinario, esta vez para volver al punto inicial. Vuele acompañado de una gran experiencia y de la recompensa que ha obtenido. Ahora es distinto, se conoce mejor a sí mismo, ha descubierto muchas cosas tanto de él, como del mundo, como de los demás, que no sabía antes. Ahora es más fuerte, y el mundo ya no le parece tan ordinario como antes. De este modo el personaje principal termina convirtiéndose en un auténtico héroe.

     El viaje del héroe, conocido como la narrativa perfecta para completar una historia por la mayoría de los estudiosos, siempre seguirá todos estos pasos punto por punto y sin excepción. Supone uno de los fundamentos principales del estudio de la narrativa y guión cinematográfico, por lo que he considerado que debía compartir con vosotros este artículo dado que es uno de los elementos claves para hacer del cine un gran espectáculo.

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“Las historias nos aprovisionan para la vida”.

Kenneth Bukke.