lunes, 18 de enero de 2021

“Perdidos en la Mancha”.

   Este documental Perdidos en la Mancha (Lost in la Mancha en su título original) narra las peripecias y los intentos fallidos del director de cine Terry Gilliam, cuando intentó llevar a la gran pantalla al mismísimo Donde Quijote de la Mancha. El nombre de la película iba a ser: El Hombre que mató a Don Quijote.

    La idea del documental era hacer un making of del rodaje, pero terminó siendo más bien un intento de making of. Es una costumbre en Gilliam el tener a gente documentando sus rodajes para poder supervisar y corregir posibles errores. 

    El intento de rodaje de esta ambiciosa película tuvo lugar en tierras de Don Quijote: en España, y más concretamente en Navarra.

    La producción de la película comenzó en el año 1998 con un presupuesto de 32 millones de dólares. La idea era contar con 40 millones pero Hollywood se negó a financiarla, probablemente porque no estaban muy contentos con el trabajo que había hecho Gilliam en la película Las aventuras del barón de Munchausen. En el año 2000 empezó a rodarse El Hombre que mató a Don Quijote, momento en el que comenzaron también los problemas que obligaron a su director a suspender el rodaje de la que siempre ha considerado “la película de su vida”

    Según la trama de la película, Toby Grisoni, un ejecutivo de publicidad, viaja en el tiempo desde el Londres actual hasta La Mancha del siglo XVII donde se encuentra con Don Quijote. El personaje de Sancho Panza aparecería tan solo al principio de la película, porque cuando Toby viaja al pasado, Don Quijote lo confunde con Sancho y se lo lleva consigo para vivir aventuras.

    En el documental conocemos a un particular Gilliam de imaginación desbordante. Intenta llevar a cabo un proyecto magnífico a la altura de las producciones hollywoodienses con un presupuesto muy limitado. Gilliam tiene muy claro lo que quiere, y lucha por ello a pesar de las limitaciones técnicas, económicas, y a que parece prácticamente imposible reunir a los tres actores principales en un mismo lugar y día para hacer una lectura de guión.

    El reparto estaba compuesto por Jean Rochefort como Don Quijote (como vemos en el documental este actor de nacionalidad francesa tuvo que pasar siete meses estudiando inglés), Johnny Deep en el papel de Toby Grisoni, y Vanessa Paradis como Dulcinea. Además se le iba a añadir la narración de Jeff Bridges. También tenían la intención de incorporar al elenco a: Miranda Richardson, Christopher Eccleston, Bill Paterson, Rossy de Palma, Jonathan Pryce y Peter Vaughan (actores que no llegaron a rodar nada).

    Cuando fueron a ver uno de los emplazamientos cerrados del rodaje, Terry se desilusionó al ver que en lugar de rodar en un plató le habían dejado nada más y nada menos que un almacén (momento que podemos ver en documental). Esto le desilusionó ya que no podía trabajar bien con el sonido del lugar. 

     Empezaron a grabar en una zona prácticamente desértica del sur de Navarra, en Bardenas Reales. Lo que no pensaron era que cerca de esta localización tenían una base miliar. Esto provocó que los aviones F6 sobrevolasen muy cerca de sus cabezas interrumpiéndolos con su presencia y con el ruido que provocaban al sobrevolar tan bajo. No obstante, a pesar del problema decidieron continuar rodando allí con la idea de introducir posteriormente el audio doblado. 

   Tras las problemática con los aviones, el segundo día se produjeron nuevos y más graves problemas. Una fuerte tormenta no anunciada comenzó a inundar las arenas sobre las que estaban rodando. Con el granizo se empezó a romper la maquinaria técnica y parte del decorado. De hecho en esta foto vemos a un jovencísimo Johnny Deep (el chico de la gorra) correr bajo la lluvia en un intento de salvar parte de la maquinaria del rodaje y refugiarse. 

    Cuando intentaron volver a retomar el rodaje, resultó que Rochefort (Don Quijote) se sentía mal. Y a pesar de ser un experimentado jinete, no dejaba de mostrar muecas de dolor que le impedían actuar con normalidad. Además empezó a necesitar ayuda para moverse, especialmente para subir y bajar del caballo. Gilliam se negaba a rodar sin un Quijote subido a su Rocinante, por lo que decidieron esperar. Rochefort fue a hacerse unas pruebas médicas a París. Resultó que tenía una doble hernia discal que lo apartaría del rodaje, al menos hasta su recuperación. Gilliam sabía que era prácticamente imposible sustituirle ya que había pasado dos años buscando a su Don Quijote y este había tenido que aprender inglés durante más de medio año para el papel. 

   Mientras tanto, Gilliam decidió rodar las escenas en las que Johnny Deep aparecía en solitario. Una de ellas se rodaba en el Monasterio de la Piedra. También en una de las escenas el actor se enzarzaba con una pequeña batalla con un pez al tratar de pescarlo.   

                                                          

    Para más inri, los inversores de la película presentaron una reclamación por valor de 15 millones de dólares. Este hecho provocó que los derechos del guión pasasen a manos de las aseguradoras. En 2006 Gilliam afirmó que tras años de litigios legales habían conseguido de vuelta los derechos sobre el guión.

     En 2008 volvieron a comenzar con la preproducción con la intención de iniciar el rodaje de cero con Johnny Deep como Toby y con Robert Duvall como Don Quijote. También se incorporaba Ewan McGregor al elenco. Con la idea de rodar en 2010, Gilliam volvió a sufrir problemas para financiarla y para cuadrar las agendas de los actores con su proyecto.

    Lo volvió a intentar en 2014 con la idea de rodar en las Islas Canarias con la producción de Adrián Guerra y esta vez con John Hurt como Don Quijote. Por desgracia al año siguiente se confirmó que la película se volvía a suspender una vez más, en esta ocasión debido a que John Hurt cayó enfermo. A esas alturas El hombre que mató a Don Quijote ya parecía un proyecto maldito. De hecho incluso hasta Orson Welles quiso rodar una película de Don Quijote en su momento y murió antes de poderla hacer.                                                          

    Finalmente tras un total de ocho intentos fallidos, El hombre que mató a Don Quijote se hizo realidad el 19 de mayo de 2018 cuando se estrenó en el Festival de Cannes y en muchos de los cines franceses. La semana que viene hablaremos de esta película al fin concebida. 


“Si vas a hacer una película sobre Don Quijote, tienes que llegar a ser tan loco como El Quijote”.

Terry Gilliam.