Vacaciones en Roma (Roman Holiday en su título original) es
una película estadounidense de 1953 dirigida por William Wyler y escrita por “Ian
McLellan Hunter”, John Dighton y Dalton Trumbo en base a la historia de Dalton Trumbo.
La música es de Georges Auric y la fotografía de Franz Planer (B&W). Entre
el elenco de actores que compone la película podréis encontrar a: Gregory Peck,
Audrey Hepburn, Eddie Albert, Hartley Power, Harcourt Williams, Margaret
Rawlings, Tulio Carminati, Paolo Carlini, Claudio Ermelli, Paola Borboni,
Alfredo Rizzo, Laura Solari, Gorella Gori, Heinz Hindrich, John Horne, Andre
Esterhazy y Ugo De Pascale.
La protagonista de esta historia es Ana,
la princesa de un país centroeuropeo. Ana está cansada de sus obligaciones
reales, de tener que aparentar que está plena y feliz cuando en realidad se
encuentra muy cansada de su situación. Víctima de una medicina que la hace
desinhibirse un poco, Ana termina escapándose de palacio. La joven princesa visitará
la ciudad de incógnito junto al periodista Joe, a quien justamente le habían
encargado que entrevistara a la princesa Ana.
Vacaciones en Roma está considerada uno
de los grandes pilares de la comedia romántica del cine.
En un principio estaba previsto que fuese
rodada en 1949 por Frank Capra con Cary Grant y Elizabeth Taylor. Capra veía
esta película como una variación de Sucedió
una noche (1934). No obstante, Liberty
Films, la productora de Capra, tenía problemas financieros por lo que
terminó vendiéndole algunas de sus propiedades a la Paramount. Le dijeron que debía ajustarse a un presupuesto ajustado
y trabajar con el guionista Dalton Trumbo que en aquel momento estaba en una de
las listas negra de Hollywood. Se dice que Capra tenía tendencias fascistas por
lo que rehusó trabajar con Trumbo. Fue entonces cuando la dirección pasó a
William Wyler, quien no tuvo problemas con ajustarse al presupuesto y trabajar
con Trumbo.
El guionista, Dalton Trumbo, fue el autor
original de la idea para la película. Trumbo no podía ejercer porque estaba en
la lista negra del Comité de Actividades Antiestadounidenses (en cierta época,
Hollywood se vio sometido a una caza de brujas protagonizada por el senador
McCarthy en contra del comunismo). Tumbro estaba inscrito en el partido
comunista de Estados Unidos y era conocido como uno de los Diez de Hollywood.
Como Trumbo no podía firmar ningún guión con su nombre, convenció a su amigo
Ian McLellan Hunter para que firmase por él. De hecho cuando premiaron el
trabajo de Trumbo con un Óscar fue Ian McLellan Hunter quien recogió la
estatuilla. En 1993, con el fin de enmendar los errores que había cometido
Hollywood en aquel momento, le entregaron a la viuda de Trumbo su tan merecido
Óscar. El hijo de Hunter, Tim, se negó a ceder la estatuilla a la familia
perteneciente por lo que en Hollywood terminaron creando un nuevo galardón para
la viuda. También se reeditaron los créditos para que apareciese el nombre de
Trumbo. Tristemente tuvieron que pasar casi cincuenta años para que se
reconociese su nombre en los créditos.
Al emprender la búsqueda de la que se
convertiría en la princesa Ana, se valoraron a las actrices Elizabeth Taylor y
Jean Simmons y Suzanne Cloutier. No obstante, Jean Simmons y Elizabeth Taylor
fueron inmediatamente descartadas por problemas de agenda.
William Wyler quería contratar a Audrey Hepburn para la princesa Ana, pero quería hacerle antes una prueba de cámara. El director no se presentó a la prueba. Dejó a su asistente de cámara en su lugar bajo la orden de seguir grabando tras decir “corten”. Fue la naturalidad y espontaneidad de Audrey al recitar sus líneas una vez “supuestamente fuera de cámara”, lo que realmente convenció al director de que ella era la adecuada para el papel. Según dijo el propio William Wyler durante la promo de la película: “Tiene todas las cosas que busco: encanto, inocencia y talento. Además es divertida y absolutamente encantadora. No dudamos en ningún momento a la hora de decir que era nuestra chica”. Además, Wyler confesó estar buscando a una belleza opuesta a los cánones exuberantes de la época. Por lo que también dijo: “Era perfecta (…). Tenía poco culo, poco pecho y no llevaba ropa ajustada ni tacones altos. En resumen, una marciana. Sabíamos que iba a causar sensación.
Vacaciones
en Roma supondría el primer gran papel en Hollywood para Audrey Hepburn, el
que la lanzaría al estrellato y le valdría un Óscar entre otros premios. Hasta
entonces, Audrey había participado en películas británicas y francesas.
Según A. H. Wiler en el The New York Times: “Está espléndida, bellísima, alternando sus escenas con la realeza con
otras más infantiles en su búsqueda de placeres básicos y de amor. Aunque
sonría en al final de la película, ella sigue estando sola, triste, lo que hace
que su futuro sea muy difícil”.
Tras esta película, Audrey se convertiría en uno de los grandes iconos de Hollywood. Todo un símbolo de elegancia, belleza, bondad y sencillez.
Audrey Hepburn no solo logró un Óscar como
Mejor actriz, sino también un Tony por su interpretación en la obra Ondina que estaba presentando en
Brodway. Al firmar con la Paramount,
Audrey fue inteligente porque consiguió doce meses de descanso entre cada
película, tiempo que le permitió trabajar también en el teatro. Tras Vacaciones en Roma, por ejemplo, Audrey
volvió a trabajar en la función Gigi.
Audrey Hepburn se convirtió en la primera
actriz en conseguir un Óscar y un Tony en el mismo año. Tras ella la siguieron
Shirley Booth y Ellen Burstyn.
Tras Vacaciones en Roma, Audrey volvería a ser nominada a los Premios Óscar por Sabrina (1955), Historia de una monja (1960), Desayuno con diamantes (1962) y Sola en la oscuridad (1968).
Antes de que el papel protagonista
masculino fuese de Gergory Peck, William Wyler, el director, se lo ofreció a
Cary Grant. Grant rechazó el papel supuestamente porque su edad se distanciaba
mucho de la de Audrey como para crear una relación amorosa en la pantalla. Aun
así, diez años después ambos protagonizarían juntos la película Charada (1963).
Con el rechazo de Cary Grant, Gergory Peck
se hizo con el papel. Peck bromeó diciendo que siempre le ofrecían los papeles
rechazados por Grant.
No cabe duda de que Audrey Hepburn y Gregory Peck hicieron una buenísima pareja en la pantalla. Peck les pidió a los productores que colocasen el nombre de su compañera antes que el suyo en el cartel. Aunque en aquel momento ella todavía era una desconocida para el cine de Hollywood, él ya esperaba que su compañera se hiciese con un Óscar por su actuación. Los productores le hicieron caso a Gregory, y por supuesto Audrey acabó llevándose su tan merecido Óscar.
Para aportar mayor realismo a la película, Wyler quiso contar con la aristocracia italiana. La famosa escena de la embajada contó con figuras de renombre de la aristocracia y con alta sociedad italiana. Debían cobrar un sueldo por aparecer en la película por estipulación de los sindicatos, pero tras su aparición donaron todo su sueldo a la caridad.
Durante el rodaje,
Audrey visitó un famoso taller de vestidos de novia donde encargó uno para su
boda prevista con James Hanson. Como la boda se canceló, Audrey devolvió el
vestido diciendo que se lo regalasen a una linda chica italiana que fuese a
casarse y que no pudiese permitirse un vestido así. Sin duda todo un acto de
amor y generosidad. Nuestra Audrey nunca defrauda.
Además, la Paramount le regaló a Audrey todo el
vestuario que utilizó durante la película, incluyendo complementos como
zapatos, sombreros, bolsos y joyería. Lo hicieron como regalo de boda para la
actriz.
Vacaciones en Roma se rodaría en blanco
y negro en lugar de en Technicolor por temas de presupuesto. No obstante,
Wyler afirmó que, por motivos artísticos, también eran mejor filmarla en
blanco y negro. Roma es una ciudad preciosa y el director no quería que la
maravilla de esta eclipsase a sus protagonistas. Aun así la ciudad sigue siendo
preciosa por naturaleza, y ayuda mucho a crear el ambiente romántico entre los
personajes principales.
La Paramount quería rodarla en Hollywood, pero William Wyler se negó a que así fuera. El director consiguió el acuerdo que buscaba para poder grabar en el los estudios Cinecittà y en las calles de Roma, aunque con un presupuesto menor. Por el presupuesto reducido también tuvo que buscar a una actriz desconocida. Y de este modo fue como se rodó la primera película de Hollywod en Italia en su totalidad. Wyler soñaba con rodar en Europa para alejarse del Comité de Actividades Antiamericanas que le amenazaba por ser supuestamente demasiado liberal.
Vacaciones en Roma también tuvo cierta presencia española. En la recepción final, cuando la princesa se presenta a los periodistas uno por uno, podemos ver a un periodista del ABC de Madrid y otro de La Vanguardia de Barcelona. Eran periodistas reales corresponsales en Roma.
Finalmente Vacaciones en Roma se estrenó el 27 de
agosto de 1953.
En 1999,
Vacaciones en Roma fue elegida para su preservación en el Registro Nacional de
Cine de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso. Con ello se
consideró que la decisión estaba tomada por ser “cultural, histórica y/o
estéticamente significativa”.
Vacaciones en Roma fue nominada hasta en diez categorías a los Premios Óscar: Mejor película, Mejor director par a William Wyler, Mejor actriz para Audrey Hepburn (ganadora), Mejor actor de reparto para Eddie Albert, Mejor argumento para Dalton Tumbro (ganador), Mejor Guión, Mejor director de arte en blanco y negro, Mejor fotografía en blanco y negro, Mejor diseño de vestuario en blanco y negro y Mejor Montaje. En los Globos de Oro, Audrey Hepburn se llevó el premio a Mejor actriz de drama. En los Premios BAFTA, William Wyler fue nominado en la categoría de Mejor película de cualquier fuente, Gregory Peck y Eddie Albert fueron nominados como Mejor actor extranjero, y Audrey Hepburn como Mejor actriz británica (ganadora). El Círculo de Críticos de Nueva York la nominó a Mejor película y le concedió el premio Mejor actriz a Audrey. El Sindicato de Directores (DGA) Nominó a William Wyler como mejor director. El Sindicato de Guionistas (WGA) galardonó a McLellan Hunter y John Dighton como Mejor guión de comedia. Y la National Board of Review la situó en su Top 10 Mejores películas del año.
“Si no fuera porque
considero que soy esclava del deber, de mi país y de mi rango esta noche no
hubiese vuelto… y tal vez nunca”.
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mi post sobre Desayuno con diamantes:
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