jueves, 24 de junio de 2021

“La La Land 2: Cómo sería la película”.

   El final de la película La La Land no fue precisamente el que esperábamos los espectadores. Por ello, y porque todas las historias deben continuar de una manera u otra tras darles un final, al menos si las humanizamos, he decidido escribir este post en el que presento mi propuesta. ¿Quieres saber cómo sería La La Land 2? Si es así sigue leyendo para descubrirlo.


     La La Land 2 arranca cinco años después del final de la primera película, con la vida de ensueño y lujo de Mia. Ella no ha cambiado ni una pizca, a pesar de vivir rodeada de lujo sigue conservando esa llama humilde del pasado. Es una mujer trabajadora que da lo mejor de sí en todos sus proyectos como actriz, y ahora también como productora. Mia es madre de una niña de cuatro años y está casada con un importante productor de cine que dirige su propia empresa de producción. Es tremendamente feliz con su vida porque está realizando su sueño, pero sospecha que su marido la engaña con una compañera de trabajo.


     Por su parte, Sebastian empieza a estar abrumado con las facturas. Justo en frente de su local de jazz, el Seb´s, han montado una ruidosa discoteca que le roba los clientes y aplaca la música que sale del Seb´s con su infernal ruido sin sentido.


     Sebastian está prometido con una chica que trabaja como camarera en su local de jazz y con quien comparte los problemas financieros por los que está pasando el Seb´s. Ella se llama Christine Peiks (o Christine Parker) y una chica muy guapa, bastante dulce, amable y sensible. Christine no es ninguna experta en música, y aunque lo ha intentado no es precisamente una buena fanática del jazz. Al cine en cambio lo adora.  


    Un día Christine se encuentra con Mia en la calle cerca del Seb´s. Christine es una gran admiradora suya. Fascinada por su presencia, la joven arrastra a la actriz llevándola de la mano hasta el Seb´s diciéndole que le presentará a su novio. Mia ni siquiera tiene tiempo de negarse.

    Es ahí cuando Mia y Sebastian se encuentran de nuevo tras cinco años sin verse. Por supuesto Mia se había pasado un par de veces más por el Seb´s después de aquella noche, pero después de las tres visitas ya no había sido capaz de reunir el valor suficiente como para repetir una cuarta vez. Christine no es capaz de apreciar la incomodidad de su novio y la actriz. Le pide a Sebastian que le haga una foto con Mia, y poco después esta abandona el local de jazz lo más rápido que le permiten sus piernas. 



     A la noche siguiente Mia y su marido acuden a una fiesta. Mia descubre a su marido besándose con su compañera de trabajo en los baños y sale corriendo envuelta en sus propias lágrimas. Mia se deja llevar, ¿y cómo no? termina cayendo en el Seb´s. Al verla tan deprimida Sebastian la invita a una copa y habla con ella para animarla. Mia, quien había empezado a fumar hacía dos años y lo había dejado un año más tarde, vuelve a fumar producto de los nervios. Christine se les acerca, momento que incomoda a Mia porque siente la necesidad de fingir que está bien. En un arrebato de emoción, ayudado por un par de copas de más, Christine le pide que sea su dama de honor en la boda. Le explica que su familia vive y es de Nueva York y que no podrá viajar para la boda porque su hermana se encuentra gravemente enferma. Ante el temor de Sebastian por los acontecimientos, Mia termina aceptando sin apenas pensar en su decisión. Al día siguiente la actriz reflexiona sobre lo que ha hecho. Finalmente Mia llega a la conclusión de que solo así podrá demostrarse a sí misma que en realidad no siente nada por Sebastian.

 

    Es así como Mia y Christine empiezan a preparar la boda e incluso hasta a hacerse amigas. El día en el que Christine escoge su traje, por un descuido, Mia termina contándole a Christine una anécdota de cuando salía con Sebastian. Christine le recrimina a su prometido el no haberle contado que la conocía de antes y que habían salido juntos, pero lo arreglan con facilidad.


     Mia también ayuda a Sebastian con sus respectivos preparativos. Le elige su traje y le ayuda con los postres. También escogen la música del banquete y bailan juntos, momento que hace que ambos tengan dudas acerca de sus situaciones personales. Pero la hermana de Christine muere al día siguiente, por lo que Mia y Sebastian deciden que no quieren interponerse en la felicidad de Christine más de lo que ya lo ha hecho la vida. Por otra parte el Seb´s continúa con sus problemas. Mia vuelve a dejar de fumar y se estrena como directora en una película que también protagoniza. 


     El día de la boda, cuando Sebastian y Christine están a punto de dar el sí quiero, justo en mitad de la ceremonia, cuando le preguntan a él si acepta a Christine como a su esposa, este titubea, mira a Mia que sonríe forzada, y al no verse convencido del todo decide huir. Antes de escapar besa a Mia delante de todos y sale corriendo. Mia corre tras él. Terminan en el Griffith Park, interpretando una escena muy similar a la de A Lovely Night de la otra película. Esta vez con una clara nota de melancolía, con cierta tristeza y felicidad a la vez.  


    Aunque se sienten muy mal por Christine, Mia y Sebastian deciden darse otra oportunidad. Christine rompe todo su merchandaising sobre Mia (incluida la ilustración con su cara que había colocado encantada en el dormitorio) y se despide del trabajo. Mia quiere ayudar a Sebastian con sus problemas financieros, pero él no se deja ayudar. Gran parte de sus ahorros se los había gastado ya en la boda. 


     Mientras tanto Mia es nominada a los Premios Óscar como Mejor actriz y Mejor directora. Sebastian, que ha compuesto la música para la película de Mia, también es nominado en la categoría de Mejor Banda Sonora. Mia tiene problemas con una actriz rival con la que comparte nominación y con su exmarido por la custodia de la hija que tienen en común. Sebastian y el exmarido de Mia llegan a compartir una pequeña batalla tanto física como musical.

 

     Finalmente Mia compra la discoteca de en frente para sorpresa de Sebastian y la convierte en un pequeño museo sobre cine. En la puerta puede verse un cartel en el que anuncia tener objetos de la película El cantor de Jazz. En ese momento los problemas de Sabastian comienzan a disminuir y de nuevo su negocio vuelve a estar en auge. Mia consigue arreglar los problemas con la custodia de su hija.


   Sebastian y Mia van juntos a la gala de los Óscar. Mia recibe su premio a Mejor actriz y también a Mejor directora (reivindicando así lo poco habitual que resulta que una mujer gane el galardón como directora). Mia también se lleva una disculpa de parte de la actriz rival, quien se arrepiente de ciertas maldades y así se lo hace saber durante la fiesta posterior a la gala. Por su parte, el desconocido Sebastian también se lleva su Óscar en la categoría de Mejor banda sonora.

    Al día siguiente, tras la gala de los Óscar, Christine acude al Seb´s y se reconcilia primero con Mia y luego con Sebastian. 


    Cinco años después vemos como Mia y Sebastian siguen felices juntos, con sus sueños profesionales en su mejor momento, con un niño pequeño, la hija mayor de Mia y otra criatura en camino. Vemos como Christine está casada, embarazada de gemelos niño y niña (a él le pondrá Charlie por Chaplin, y a ella Lily por su hermana fallecida). Curiosamente Christine se ha convertido en la mejor amiga de Mia. Y de ese modo, sus vidas al fin se vuelven a restablecer. 





     Sin duda, a esta película, como me la he inventado yo, le daría sus cinco estrellas. ¿Qué te ha parecido?


Te recomiendo mi post anterior sobre la película La La Land.

Y mi post sobre ¿En qué consiste el trabajo de un guionista?:

https://blogretratosdecine.blogspot.com/2020/09/en-que-consiste-el-trabajo-de-un_30.html